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Señoras  doña Dolores Fernández y doña María Rojo

 

Amigas y paisanas:

Con honda satisfacción he leído su misiva. Quedo reconocida al afecto que me demuestran, y las palabras con que expresan sus sentimientos las guardaré en mi memoria, cual prenda de sincera amistad.

Socialistas, librepensadores, demócratas... ejército de la Libertad. Todos vamos allá, hacia el porvenir, que nadie podrá nunca saber cómo se plasmará en la realidad de la vida, pero que, seguramente, nos llevará a nosotros, o a nuestros descendientes, a un más alto grado de perfección, a una más cumplida edad de justicia, de razón, de bondad. Así, pues, llamémonos todos hermanos en la lucha, aunque los distintivos de nuestras diferentes mesnadas se adjetiven diversamente.

Para mí el apartamiento de toda iglesia confesional de los poderes del Estado es lo esencial, lo primero que habrá que realizar en esta pobre España, estrangulada por la garra de la Iglesia católica. Cuando ésta sea relegada a la condición de súbdita sometida; cuando nada de lo de ELLA estorbe para la vida nacional, social y moral de los españoles, estará en marcha la Libertad en España.

¡Pensamiento y conciencia religiosos! ¿Quién es el osado que atenta a ellos?... Más, que no militen en ningún orden de la vida civil y queden en el fondo de las almas. Ni de aquí pueden arrancarse en un instante, ni pueden hacer daño a los demás seres... Mas, que no estorben al paso triunfal de la razón, de los sentimientos, que se afinan siempre y suben siempre hacia los planos más altos.

Cuando la Iglesia no tenga beligerancia ninguna en la nacionalidad española, entonces se podrá ejercer a su respecto la tolerancia. Hoy por hoy en España no hay más que un enemigo: ¡ELLA!

Con ustedes todas y siempre de la razón y la libertad, queda su amiga y paisana

Rosario Acuña y Villanueva

Gijón,  23 julio 1918

 

 

 

Nota

Para conocer el contenido de la misiva a la que se alude, qué fue lo que motivó esta contestación dirigida a la presidenta y secretaria de la Agrupación Feminista Socialista, así como algunos otros datos acerca del contexto en que tuvieron lugar, se recomienda la lectura de los siguientes comentarios:

  

Rafael Monleón y Torres: Un naufragio en las costas de Asturias (1875), Museo del Prado 248. Una vieja luchadora en la Huelga del Diecisiete
Dirigiéndose «particularmente a las izquierdas de Asturias», les impele a «ponerse en pie y, con mesura y firmeza, avanzar sin vacilaciones […] e ir serenamente a la brecha, con la bandera en alto». Aquellas palabras no pudieron pasar inadvertidas...

 

 

Fragmento del escrito de la Agrupación Feminista
84. El apoyo de la Agrupación Feminista Socialista Desde aquel día tuvimos preparados los hatillos para ingresar en la cárcel, pues, pensando lógicamente, suponíamos ir a parar allí, toda vez que, por la ciudad, la traílla policíaca honoraria decía, a voz en cuello, que era preciso, preciso, que yo durmiera en la cárcel. ¡Como si...

 

 


 

Para saber más acerca de nuestra protagonista

 

Rosario de Acuña. Comentarios (⇑)
Algunas notas acerca de la vida de esta ilustre librepensadora
 
 
 
 
Imagen de la portada del libro

 

Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)