Jóvenes socialistas
Contestando a vuestra amable carta os diré que, aunque no soy socialista, siempre estoy dispuesta a secundar, en cuanto mis fuerzas alcancen, la labor de unificación y cultura del proletariado, pues, hoy por hoy, en España, en el único sitio donde se ve lucir lumbre de fraternidad, de liberación y de voluntad es entre vosotros, los desheredados de todo bien social.
Mi salud no me permite hacer trabajos literarios. Tenéis que contentaros con esta carta que os dirijo, en la cual os señalo una luz potentísima en torno de la cual podéis agruparos para aprender delicadezas de alma, penetración de entendimiento, voluntad generosísima y mentalidad cultivada hasta la cumbre del arte literario, que es la Poesía: os hablo de Tomás Meabe (1) . El fundador de vuestras sociedades juveniles es todo esto y muchísimo más que merecería un estudio si se fuera a aquilatar aquella hermosa y altruista personalidad, desgraciadamente para vosotros, muerta en la plenitud de su vida.
Estudiad sus escritos: ellos os darán las claves de todas las literaturas fecundas, humanas y justas, que es un corazón bañado en ternura; aprended bien de memoria lo que él escribía, no solo con una dicción hábil y perfecta, sino con una intensidad de amor inmensa. Procurad ser como Meabe, y ¿qué mayor festival para vosotros que semejaros al maestro?... Cuando las Juventudes Socialistas vayan pareciéndose a él; cuando sean completamente puras de toda clase de sensualidades groseras (tabernas, prostíbulos, zahúrdas del juego, fiestas taurinas, pendencias estúpidas por celos viles o vanidades pueriles); cuando todos, todos vosotros, llevéis las almas fijas en el ideal y caminéis por la vida con el trabajo por lema, la justicia por fin y el amor por medio, acaso entonces se salvará nuestra raza de su total acabamiento.
¡Leed, leed todo cuanto Meabe escribió en las fiestas literarias que organicéis, y con ello conseguiréis más elevación que con todo lo que podamos deciros los demás!
Siempre pensando en vuestra labor de titanes y deseándoos fe para mirar alto y valor para luchar toda la vida, queda vuestra amiga
Rosario de Acuña y Villanueva
Gijón, 5 de diciembre de 1916
Notas
(1) Tomás Meabe Bilbao (Durango, 1879-Madrid, 1915).
(2) Al pie de la carta se publica una nota de la redacción con el siguiente texto: «Trabajos leídos en la velada con que conmemoró su II aniversario la Juventud Socialista de la Hueria de San Andrés» .
(3) Para conocer mejor a los destinatarios de esta carta se recomienda la lectura del siguiente comentario:
298. Para los jóvenes socialistas de La Hueria
Resulta que Rosario de Acuña no solo estaba al tanto de la existencia de las Juventudes Socialistas y de sus actividades, sino que también conocía a su fundador. Estaba al tanto de que Tomás Meabe había...
Para saber más acerca de nuestra protagonista
Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)