Caminito de la gloria
hay un barranco muy hondo
que se llama la tristeza
y lo ha cavado el demonio.
* * * *
Le dijo un niño a la muerte
«No me das pena ni miedo»
y la muerte respondió:
«ya verás andando el tiempo»
* * * *
Desde la tierra hasta el cielo
se dice que hay una escala
por donde suben los ruegos
y bajan las esperanzas.
* * * *
Cuando empieces a cambiar
ilusiones por palabras,
cuida niña no te engañen
que hay mucha moneda falsa.
* * * *
Dicen que son los ojos
del alma espejo
y al mirarme en los tuyos
no pensé en ello;
por eso lloro
que tienes negra el alma
como los ojos.
* * * *
En las obras la virtud,
en el prójimo el amor,
la esperanza en el morir
y en el pensamiento Dios.
* * * *
Exclamaba una nube
de primavera,
al ver su tardo vuelo
sobre la tierra,
¡lenta camino!
sopló el cierzo un instante
y la deshizo.
* * * *
Se murió un rico muy rico
y a pesar de su riqueza,
lo comieron los gusanos
en ocho palmos de tierra.
* * * *
Lágrimas que no corren
por las mejillas
van cortando los hilos
de nuestra vida;
y al fin su fuego
da libertad al alma
descanso al cuerpo.
* * * *
Por muchas piedras que pongas
en medio de una corriente
ni se ha de parar el agua
ni se ha de secar la fuente.
La Unión Democrática, Alicante, 28-2-1886
Notas
(1) Poesía leída por su autora en el recital poético (⇑) que tuvo lugar en el teatro Principal de Alicante el 17 de febrero de 1886.
(2) En relación con el recital, se recomienda la lectura de los siguientes comentarios:
Para saber más acerca de nuestra protagonista
Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)