C
agua de nieve fundida:
¡cuán distinta es nuestra vida
con la tuya comparada!
Tú, de los hielos brotada
encanto y fortuna das,
nacen flores donde vas,
por ti subsiste la aldea,
y hasta el alma se recrea,
con tu armonioso compás
* * *
Si el corazón al sentir,
se vio de hielos cercado,
para siempre queda helado,
ya nunca vuelve a latir;
su fingido sonreír
va matando la conciencia,
ni presta dicha, ni ciencia,
y con la nieve en su fondo,
hace cada vez más hondo
el frío de la existencia.
Rosario de Acuña
Para saber más acerca de nuestra protagonista
Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)