A mi querido abuelo Juan
Un pájaro nos dan en nuestra
infancia
le hablamos con amor,
un nido de plumitas le formamos
en oscuro rincón;
nos dormimos soñando que mañana
le acariciará el sol
¡El pájaro se escapa de su
nido!
¡La primera ilusión!
Aparece la aurora de la vida
radiante de esplendor;
levantamos un templo al ser
querido
dándole el corazón;
pensamos que la tierra es un
desierto
no sintiendo el amor
¡Muere yerto por fiero
desengaño!
¡La segunda ilusión!
Hiela nuestra existencia el
egoísmo
robándola calor;
escuchamos el eco de la muerte
como perdida voz;
nos dice el corazón enternecido
«Aun no moriré yo
»
¡Pasan los años y la muerte
llega!
.
¡La tercera ilusión!
Para saber más acerca de nuestra protagonista
Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)